Dos clásicos bastiones de la historia genética cannábica, convergen en este interesante proyecto de selección. Dos variedades que se caracterizan por una gran producción de potentes y grandes flores, llevada a su versión autofloreciente, manteniendo intactas sus características productivas dominantes. Presentamos nuestra variedad proveniente del cruce entre uno de nuestros clones de élite de Big Bud con otra de nuestras variedades favoritas, la Northern Light, obteniendo fenotipos monstruosos llenos de resina que posteriormente cruzamos con nuestra selección de rudelaris. Logrando así una variedad autofloreciente que nos ha sorprendido por la mezcla de sus aromas, por su fácil cultivo, de gran resistencia a bajas temperaturas y condiciones de estrés, razón por la cual es ideal para cultivadores noveles y también para expertos que buscan cantidad y calidad.

Su dominancia índica la hace arbustiva, no excesivamente larga, y sus genes de Big Bud repletan de enormes cogollos cada uno de los brazos que desarrolla esta hermosa variedad, cuyo efecto de potente subidón psicoactivo te proporcionará un relajo físico tan marcado que la hacen ideal para fines medicinales ya que sus fotocanabinoides tienen propiedades broncodilatadoras y analgésicas ideales para tratar dolencias. De sabor complejo, marcadamente terroso con notas cítricas y a bayas, de aroma narcótico, almizcle e inciensos, pareciese llenar de humo denso y potente cada rincón de tu mente, ideal para el buen dormir, anestesiante. Estimula el apetito, la imaginación y la creatividad.

Efecto inmediato, físico, relajante, medicinal, muy duradero. De aromas fuertes, con notas a bosque de pinos, eucalipto y notas herbales. De sabor grueso, mirceno dominante, picoso.