Fruto de años de evolución botánica, la nueva escuela californiana nos trae a la mesa una variedad de un linaje genético excepcional, que se manifiestan en sus densos frutos, bañados de una platinada resina, narcótica y psicoactiva capaz de seducir hasta el más exigente de los paladares. Proveniente de la popular Girl Scout Cookies, su marcada agrupación de terpenos le dan ese característico aroma y sabor a galleta recién horneada. De tamaño medio – alto, desarrolla una estructura con generosas ramas laterales que terminan entregando frutos de dimensiones y calidad apical, dimensiones que conjugan apariencias índicas pero con carga dominante sativa al 70 %.

De cultivo simple y sencillo, requiere básicamente una fertilización base liviana en vegetativo y más intensa, pero no al extremo, en su etapa de floración. De sabores intensamente frutales, que van desde sensaciones de vainilla, pasas al ron, con algo de Cheese, nos seduce con estas marcadas trazas de terpenos de extraordinaria calidad, capaces de entregarnos sensaciones fuertes, incluso a chocolate mentolado, principalmente por su exquisito linaje cuyos padres aportan una escala de terpenos sencillamente excepcional. Sin dudas, la nueva tendencia en cannabis.